Por José Guadalupe Bermúdez Olivares
Hay algo que nos motiva a movernos, a luchar todos los días, es la esperanza de cambio o de mantener un estatus que consideramos bueno, conciente o inconcientemente. Recuerdo que mi padre decía que era malo estar contra el poder del PRI porque al menos se estaba vivo y si te oponías podías perder la vida, era un miedo enorme a romper el estatus, porque quien era opositor se arriesgaba a ser desaparecido o ser asesinado, era el destino conocido, por lo tanto, era mejor estar vivo, aunque sumergido en la extrema pobreza. Pero no hay mal que dure cien años, reza el proverbio popular.
Desde las teorías sociológicas se explica el desarrollo social, la respuesta de los pueblos a los problemas y a la vida social en general. El Funcionalismo estructural con Durkheim, principal exponente, describía cómo las sociedades disponían de mecanismos de control capaces de “regular los conflictos” con códigos de conducta de los individuos que permitieran mantener el “ritmo social” que se consideraba necesario para evolucionar como sociedad, quienes lo asumían pensaban que hacían bien al desaparecer o asesinar a quienes tenían un pensamiento diferente. Parsons al hacer uso de la teoría de sistemas y explicar cómo la sociedad organiza “su” sistema social para resolver sus problemas y subsistir, habla de la adaptación al ambiente, la conservación del modelo y control de las tensiones cuidando que cada uno viva su rol y asuman los retos para actuar funcionalmente y mantener la “normalidad” de los fenómenos que se repiten regularmente.
Del conflicto nacen muchas teorías, algunas del aprendizaje para provocarlo con mejor efectividad e interrelacionarlo con la vida, pero la que nos referimos aquí es la teoría del conflicto desde la sociología que proporcionó alternativas al funcionalismo estructural de Durkheim; al conceptualizarlo dice Robblins que se trata de “un proceso que se inicia cuando una parte percibe que otra le ha afectado de manera negativa o que está a punto de afectarle sus intereses”, aunque Lewis dice que el conflicto social es una lucha por los valores, el estatus, el poder y los recursos en el cual los oponentes desean neutralizar, dañar o eliminar a sus rivales, entonces el conflicto será social cuando se transciende lo individual.
Por muchos siglos el conficto tenía un tratamiento moral (Guerra santa, Guerra justa) o considerado como un derecho social (El derecho a la rebelión de Locke o la Lucha de clases de Marx), a partir de Marx al conflicto se le ve con funciones positivas para la sociedad. También antes era visto como una patología social y la sociedad perfecta era la que no tenía conflictos. Este es el punto al que deseo llegar y pensar contigo sobre el potencial que tiene el conflicto para el desarrollo social.
En un evento de socialización de experiencias de cooperativas desarrollado en Pátzcuaro, donde más que cooperativas se expuso la experiencia de comunidades originarias para defender sus bosques y mantener una cultura de prevención, se socializó el nacimiento de una de las cooperativas emblemáticas de México, la Cooperativa Pascual, que nació después de un conflicto laboral donde perdieron la vida 2 luchadores y se ganaron el apoyo y simpatía social que coadyuvó para que el gobierno federal en 1984, resolviera que la cooperativa era la alternativa al conflicto que ya tenía más de 2 años. Ahora es una empresa social exitosa de mirada obligada para quien desea conocer de cooperativismo en México. Como esta cooperativa, otras 2 nacieron de un conflicto laboral, La Cruz azul en 1932 y TRADOC formada en 2005, también referentes nacionales.
En este evento de Pátzcuaro, una pregunta del auditorio me hizo reflexionar, ¿De no haber existido un conflicto laboral, habría nacido la cooperativa?, en el momento no se tuvo respuesta por los ponentes, aunque parecía que el conductor respondería, pero no lo hizo, habría sido un buen punto de aprendizaje para los presentes quienes en su mayoría eran estudiantes de nivel medio superior y superior.
Muchas organizaciones han nacido de un conflicto, hay aspiraciones que provoca una situación que se vive o una visión de tendencia que hace tomar previsiones. Las cooperativas Pascual, Cruz Azul y Tradoc, ciertamente tienen un antecedente de conflicto laboral, pero también es real que todos los organismos cooperativos tienen en su antecedente un conflicto, porque hay una insatisfacción con lo que viven, se hartan de seguir generando riqueza para un dueño o empresario y eso les lleva a pensar en la cooperación para que su empresa sea de propiedad colectiva, pero además, el principal conflicto es de envergadura grande porque piensan en una sociedad que no es compatible con la actual, se desean empujar a un cambio social a través de tocar la ideología y la economía, esto genera la respuesta a la interrogante planteada en el foro.
No es verdad que la sociedad siempre ha tenido clases sociales y estas sean antagónicas, porque la historia registra un periodo de comunidad primitiva donde la cooperación era un código que les ayudaba a sobrevivir, después de ese estadio social han variado las clases sociales: esclavos y esclavistas, siervos y señores feudales, proletarios y burgueses, todos con objetivos contrapuestos. De acuerdo con Marx, el motor de las grandes transformaciones sociales ha sido el conflicto en todas las épocas y lugares de la historia de la humanidad, hay contradicciones que son antagónicas e irreconciliables que se explican a través de las leyes de la dialéctica se entiende la unidad y lucha de contrarios y otros componentes del materialismo dialéctico. Concluimos que el conflicto es positivo, hay leyes que lo explican; para nosotros hay algo importante que debemos de considerar, que con los conflictos se mueve la rueda de la historia, como dice Marx, que la salida será casi siempre, la cooperación la que se asuma como válida para empujar esa rueda y posibilitar resultados satisfactorios, acompañados siempre con una filosofía social, con la filosofía de la Economía social y solidaria. Para abonar a una respuesta a la interrogante planteada en el foro, habría que decir que el conflicto laboral, su nivel de conflictividad y de enfrentamiento, aceleró la creación de estas cooperativas, que pudieron haber nacido mucho tiempo después, así como muchas organizaciones cooperativas nacerán cuando cuestionen su situación y estatus social.
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